Pasé el peor fin de semana de mi vida con la cabeza ocupada solo en una cosa,como le iba a decir a mi marcianito las nuevas malas. Primero pensé en no contárselo y actuar con la frialdad necesaria para poder simular delante de él que todo estaba bien, pero las lágrimas que se escapaban de mis ojos cada vez que el me sonreía no hicieron que el plan funcionará. Dentro de mi cabeza pensaba como podía contarse algo así, cual sería la mejor manera de deshacerse de la carga que ahora mismo sostenía sobre mi espalda y que tanto empezaba a pesar, tras varias horas esperando, no conseguí responder a esa pregunta así que decidí salir e ir a buscar a una vieja amiga, la dama helada.
Ese día me costó un poco más que de costumbre dar con ella , busque por el parque de chuches sin éxito, pase por el callejón mercantil, pero no se encontraba en ninguno de los puestos de compra y venta negociando con algún pobre infeliz que recurría desesperado a ella como yo. Llegue a la plaza de los rascacielos para ver si la encontraba dentro de alguna De las cárceles de oro que tenía allí, nada. Llegue hasta la ladera del mundo, pero no estaba acechando a ningún viajante, y al final cuando iba de camino a casa encontré un camino nuevo para mi hasta el momento y lo recorrí extrañado y maravillado cuando descubrí lo que guardaba al final. Había un lago enorme con una fuente con la escultura de Atenea en el medio, el paisaje estaba lleno de hierba y árboles verdes llenos de vida. Me di cuenta de que hacia muchos días que no veía nada tan bonito, era como el primer rayo de luz entre tanta oscuridad. Llegué hasta el lago y ahí en el agua estaba ella con su característica mirada fría. Cuando le conté todo lo que me había pasado y le hable de mis miedos llegue a la siguiente conclusión:
En la vida conocemos a mucha gente y podemos entablar relaciones con muchos de ellos, pero siempre nuestros caminos son los mismos, a veces nosotros tenemos que coger otro camino diferente , pero pese a mis miedos me di cuenta de que ningún camino esta vacío, en todos habrá gente. Tras comprenderlo tan bien volví sobre mis pasos hasta casa, me armé de valor y hable con el marciano candente. Mientras me caían las lágrimas por la cara le fui relatando como me sentía después de todos los nuevos acontecimientos, le hable De mi enfermedad,de mi viaje al infierno, de mi despertar en un nuevo mundo y de mi conversación con la mujer de hielo. Su primera reacción me hizo sentir peor,pues me dijo que nuestro amor no soportaría algo así, pero luego me hablo con más ternura entendiendo como me sentía y al final respire tranquilo cuando comprendí que el se quedaría a mi lado pese a todo. Cuando ya estaba más calmado me metí en la habitación y mire mi reflejo en el espejo, al otro lado ya no estaba el mismo reflejo frío y sombrío que vi en el lago, la dama helada había desparecido. También se le conocía por el nombre de soledad.
Ese día me costó un poco más que de costumbre dar con ella , busque por el parque de chuches sin éxito, pase por el callejón mercantil, pero no se encontraba en ninguno de los puestos de compra y venta negociando con algún pobre infeliz que recurría desesperado a ella como yo. Llegue a la plaza de los rascacielos para ver si la encontraba dentro de alguna De las cárceles de oro que tenía allí, nada. Llegue hasta la ladera del mundo, pero no estaba acechando a ningún viajante, y al final cuando iba de camino a casa encontré un camino nuevo para mi hasta el momento y lo recorrí extrañado y maravillado cuando descubrí lo que guardaba al final. Había un lago enorme con una fuente con la escultura de Atenea en el medio, el paisaje estaba lleno de hierba y árboles verdes llenos de vida. Me di cuenta de que hacia muchos días que no veía nada tan bonito, era como el primer rayo de luz entre tanta oscuridad. Llegué hasta el lago y ahí en el agua estaba ella con su característica mirada fría. Cuando le conté todo lo que me había pasado y le hable de mis miedos llegue a la siguiente conclusión:
En la vida conocemos a mucha gente y podemos entablar relaciones con muchos de ellos, pero siempre nuestros caminos son los mismos, a veces nosotros tenemos que coger otro camino diferente , pero pese a mis miedos me di cuenta de que ningún camino esta vacío, en todos habrá gente. Tras comprenderlo tan bien volví sobre mis pasos hasta casa, me armé de valor y hable con el marciano candente. Mientras me caían las lágrimas por la cara le fui relatando como me sentía después de todos los nuevos acontecimientos, le hable De mi enfermedad,de mi viaje al infierno, de mi despertar en un nuevo mundo y de mi conversación con la mujer de hielo. Su primera reacción me hizo sentir peor,pues me dijo que nuestro amor no soportaría algo así, pero luego me hablo con más ternura entendiendo como me sentía y al final respire tranquilo cuando comprendí que el se quedaría a mi lado pese a todo. Cuando ya estaba más calmado me metí en la habitación y mire mi reflejo en el espejo, al otro lado ya no estaba el mismo reflejo frío y sombrío que vi en el lago, la dama helada había desparecido. También se le conocía por el nombre de soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario