viernes, 3 de febrero de 2012

De la tierra media al presente

Tras tirarme a los brazos de mi marciano, nos fuimos a la casa en la que se quedaría provisionalmente hasta que por fin tuviese las llaves de mi pisito. Había pasado dos meses horribles esperando el reencuentro con mi dulce amor , pero todavía me quedaban unos largos días hasta que ambos viviésemos juntos. Como hacía tanto tiempo que no nos veíamos, decidimos hacer un viajecito a la ciudad prohibida de Agrathar. Conseguimos habitación en una posada en las afueras de dicha ciudad, algo retirados de de las enormes murallas que protegían el corazón de ese gran paraiso medieval. En el momento en el que pisamos nuestra humilde habitación el marciano me estampó contra la pared y me besó con mucha pasión, me quito el jersey casi con desaparición para comenzar a besarme el cuello y bajar hasta los pezones , luego me quito el pantalón y se agacho a lamerme el pene,acto seguido le tumbe en la cama para desvestirle de manera eufórica y comencé a lamer todo su cuerpo, empezando por el cuello y terminando por su miembro. El marciano me tumbo boca abajo en la cama para terminar penetrándome lleno de deseo y de pasión. Pasamos un fin de semana romántico y maravilloso dentro de la ciudad medieval, nos mezclamos con los aldeanos, nos reímos con los bufones y comimos en alguna de las tabernas, probando alguno de sus ricos manjares. Horas antes de volver a Madrid, salimos a las afueras de la ciudad para encontrarnos con los 4 postes , y ahí enfrente de la cruz , nos intercambiamos unas alianzas adquiridas dentro del mercadillo medieval para jurarnos amor eterno junto a la enorme cruz que teníamos delante nuestra.Unas horas salimos de aquella ciudad antigua y llena de magia para volver al mundo real.Él volvió a casa de su amigo y yo a la de mis padres volviendo a sufrir solo en aquella fría cama que se encontraba dentro de mi habitación. Fueron pasando los días y al conseguí hacerme con las llaves de mi piso y al poco tiempo me instalé en el con mi marcianito lindo.Todavía recuerdo la primera noche que pasamos allí, él fue a buscar sus cosas a casa de su amigo y yo me quede en casa esperándole, pero al tardar tanto caí rendido en la cama, ahora que lo pienso ya en ese momento había algo que no me cuadraba del todo, pero era tan feliz por mi nueva vida que no le di importancia.Poco a poco fuimos amueblando la casa hasta que esta empezó a perecer un cálido hogar y fue cuando realmente comenzamos a conocernos en profundidad, ahí es cuando te das cuenta de lo difícil que es la convivencia, pero por otra parte es tan bonito amanecer con la persona que en esos momentos quieres que todo lo demás carece de importancia. Una vez la casa ya estaba mas o menos montada aprovechamos que era mi cumpleaños para celebrar una fiesta en casa a la que acudieron mis mejores amigos y mi familia. Todavía recuerdo las felicitaciones, en las que casi todos me deseaban lo mejor en mi nueva vida y yo me sentía la persona mas feliz del mundo, lo tenía todo, una casa, unos muebles y unos electrodomésticos chulos, unos amigos que habían demostrado que me querían un montón, unos padres que me adoraban, una hermana que siempre estaba ahí y por supuesto una persona que recién había conocido pero con la cual me sentí muy agusto y quería seguir adelante con la convivencia.Nos lo había contado pero habíamos hablado de celebrar una ceremonia legal para unirnos, a parte de la simbólica que ya habíamos consumado en nuestro romántico viaje, aunque mas que una boda por amor era mas bien un pacto interno para ayudarle a legalizar su situación en un planeta que no era el suyo.En definitiva, la vida por fin me estaba sonriendo, tonto de mi por pensar que la dicha duraría por siempre, algo que sin duda he aprendido es que lo bueno dura menos que hacer el amor con un eyaculador precoz y cuando menos te lo esperas se acerca la tormenta. Pronto descubriría que el invierno había llegado a mi vida y con él, el mal tiempo.


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