Volviendo al momento en el que me entere de la traumática noticia, conseguí salir después de una eternidad de aquel centro médico donde las sombras caminaban y las paredes se derrumbaban.Cuando salí a la calle ni siquiera fui capaz de ver el sol que tanto brillaba en el cielo, en su lugar yo solo veía sombras y oscuridad.Desesperado cogí el teléfono y llame a la abogada del diablo y a el hada leal para contarles la triste noticia, ambas me animaron a seguir hacia adelante y mis pasos me llevaron al autobús maldito que me llevaría a otra parte del infierno en el que ahora vivía.Cuando subí un conductor esquelético con un suéter azul me llevo por el mundo de las sombras mientras yo seguía llorando constantemente , nadie miraba, nadie preguntaba y a nadie le importaba. Al final llegue a mi trabajo , pero noté que el edificio había cambiado, el guardia de seguridad amable y dicharachero fue suplantado por un diablo con aspecto de cabra y cuernos que me daba la bienvenida con una fría mirada, la recepcionista rubia con la sonrisa bonita que siempre me saludaba amablemente ya no estaba y en su lugar se encontraba una mujer llena de tatuajes por la cara, morena y de tez pálida que ni si quiera me miró a los ojos. El edificio al que acababa de entrar era oscuro, como todo lo demás, lleno de fisuras y vacío de vida, en sus puestos había autómatas que mecánicamente iban y venían mientras realizaban unas tareas que no servían para nada en este nuevo mundo.Llegue a mi puesto y me senté en el sin decir nada a nadie y sin levantar la mirada, aquellas presencias sin alma no dejaban de observarme atentamente, pero yo empecé a realizar las inútiles tareas que antes tenían sentido pero ya no. A los 5 minutos rompí a llorar y un grupo de autómatas me llevo al despacho de la doctora pecado , el único ser de mi mundo anterior que reconocía en estos nuevos parajes. Después de una larga charla en la que ella hizo todo lo posible por ayudarme salí de su oficina intentando centrarme en todo lo que tenía que hacer para olvidar el infierno que estaba viviendo, aunque todo me daba vueltas en la cabeza una y otra vez.Al final del día llegue a mi casa,con la esperanza de encontrar algo de paz, pero me equivoque, los muebles recién comparados estaban llenos de telarañas , el suelo lleno de agujeros, los cristales rotos, las puertas descolgadas y la sensación acogedora había desaparecido.Me senté a reflexionar cuando por la puerta entró en marciano candente y mi mundo cayó de nuevo, entonces me vinieron a la cabeza nuevos temores tales como:
-Como se lo voy a explicar.
-Como reaccionará.
-Será mejor decírselo o callar.
-Me dejará cuando se entere.
Así que opte por callar de momento hasta aclarar mis ideas e hice un esfuerzo sobrehumano para reprimir las lágrimas en su presencia y poner mi mejor sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario